Cómo conservar el jengibre: paso a paso para hacer la conserva

El jengibre es vida: va bien en zumo, té, como especia para diversas comidas e incluso como dulce.

Por si fuera poco, el jengibre también puede utilizarse en bebidas y cócteles.

De hecho, difícilmente utilizarás toda la raíz de jengibre de una vez, ya que es fuerte y sólo basta con un trocito.

Por ello, aprender a conservar el jengibre es la mejor manera de disponer de esta poderosa raíz siempre que la necesite.

Y eso es exactamente lo que vamos a enseñarte en el post de hoy. Continúa aquí con nosotros y aprende diferentes formas sobre cómo conservar el jengibre.

Jengibre: propiedades y beneficios nutricionales

El jengibre es un rizoma de origen asiático y está presente en la dieta humana desde hace al menos tres mil años.

Con su sabor picante y especiado, el jengibre es uno de esos alimentos que deberían estar en la despensa de todo el mundo, no sólo por el increíble sabor que aporta a diversas preparaciones culinarias, sino por sus variadas propiedades nutricionales y terapéuticas.

El jengibre es una fuente abundante de vitamina B6 y vitamina C, y también es rico en minerales como potasio, calcio, magnesio y fósforo.

Pero lo que hace aún más especial al jengibre son sus sustancias fenólicas, como los gingeroles y la zingerona.

Todos estos compuestos hacen del jengibre un potente alimento termogénico, que contribuye a la aceleración del metabolismo y a la consiguiente pérdida de peso. No es de extrañar que su uso sea muy popular entre las personas que siguen dietas de adelgazamiento.

Además, al jengibre también se le reconocen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que favorecen la hipertensión, el reflujo, la artritis y la tendinitis, por ejemplo.

Otra conocida propiedad del jengibre es su capacidad antiespasmódica, que alivia las náuseas, el mareo y las malas digestiones, lo que lo convierte en un gran aliado de las embarazadas.

El jengibre también puede ayudar a controlar la diabetes y, gracias a sus compuestos bactericidas y antimicrobianos, también favorece la lucha contra las infecciones, especialmente las de las vías respiratorias, como los resfriados y la gripe.

El rizoma también es útil en infecciones de boca y garganta, combatiendo los síntomas de amigdalitis, faringitis y gingivitis.

Cómo elegir el jengibre

Pero para obtener todas estas propiedades nutritivas del jengibre, garantizar el sabor y la calidad de los alimentos, así como una vida útil más larga, primero hay que aprender a elegir correctamente el rizoma, ya sea en el mercado o en el supermercado.

Para ello, prefiera las raíces más frescas, de corteza lisa y aroma picante. Al tocarla, debe estar firme y un poco pesada.

Evite los que tengan un aspecto marchito o reblandecido. Un jengibre demasiado claro tampoco es buena señal, pues indica que la raíz ya está vieja.

Otra señal importante a la que hay que prestar atención es si el jengibre está mojado, húmedo o tiene manchas de moho. Si es así, elige otro.

Cómo conservar el jengibre fresco

Si consumes jengibre de forma habitual, lo mejor que puedes hacer es aprender a conservar el jengibre fresco.

Hay varias opciones y a continuación puedes ver las instrucciones paso a paso de cada una de ellas:

Jengibre en aceite de oliva

El jengibre conservado en aceite de oliva es una buena opción para quienes utilizan la raíz como especia en preparaciones culinarias saladas.

  1. Para ello, empieza por rallar el jengibre y mezclarlo en un cuenco con suficiente aceite de oliva para cubrir toda la raíz.
  2. A continuación, introduzca esta mezcla en el horno durante aproximadamente 2 horas a la temperatura más baja de su aparato.
  3. Transcurrido este tiempo, esperar a que la mezcla se enfríe y guardarla en un recipiente de cristal bien cerrado.

De este modo, el jengibre puede conservarse hasta seis meses.

Jengibre confitado

El jengibre confitado es otra forma de mantener la raíz fresca y conservada durante más tiempo.

  1. El proceso requiere cortar el jengibre en rodajas.
  2. A continuación, se pone en una cacerola con agua y se deja cocer a fuego lento durante aproximadamente una hora hasta que esté muy blanda.
  3. Pasado este tiempo, escurrir y reservar.
  4. En un cazo prepare un jarabe de azúcar mezclando cuatro medidas de azúcar y dos de agua. Por ejemplo, si ha utilizado 200 gramos de jengibre, necesitará 800 gramos de azúcar y 400 ml de agua.
  5. Mientras tanto, disponer las rodajas de jengibre sobre un trozo de papel sulfurizado. Cuando el almíbar esté espeso, verterlo lentamente sobre los trozos de jengibre y esperar a que cristalice.

El resultado será una especie de caramelo de jengibre para masticar y masticar.

Jengibre con miel

El jengibre en miel es una forma sencilla y fácil de conservar el jengibre fresco. Esta forma de conservar la raíz es muy adecuada para fines terapéuticos, como para ayudar a tratar la amigdalitis, por ejemplo.

  1. El proceso es bastante sencillo: basta con rallar el jengibre finamente y colocarlo en un recipiente de cristal.
  2. A continuación, añadir miel hasta cubrir toda la raíz.

Confitura japonesa de jengibre

¿Conoces esas conservas de jengibre que sirven en los restaurantes japoneses? Pues puedes hacerlas en casa como forma de conservar el jengibre durante más tiempo.

Para ello necesitarás:

  • 500 gramos de jengibre fresco cortado en rodajas muy finas;
  • 2 tazas de vinagre blanco;
  • 3 tazas de agua;
  • 1 y 1/12 de taza de azúcar;
  • 3 cucharadas soperas de sal;

Método de preparación:

  1. Poner el jengibre en un cazo con el agua y llevar a ebullición. Escurrir y dejar enfriar.
  2. En otra cacerola se añade el vinagre, la sal y el azúcar, se remueve y se lleva a ebullición. Se apaga, se espera a que se enfríe y se añade el jengibre.
  3. A continuación, introdúzcalo todo en un tarro de cristal esterilizado, ciérrelo bien y déjelo reposar tapado durante dos días antes de consumirlo.
  4. Una vez abierta, conservar la conserva de jengibre en el frigorífico.

Cómo conservar el jengibre en el frigorífico

Otra opción que tiene a su alcance es aprender a conservar el jengibre en el frigorífico. Este aparato puede mantener la raíz apta para el consumo hasta tres semanas.

Por lo tanto, lo ideal en este caso es que hagas un uso regular del jengibre, de lo contrario puede acabar estropeándose en ese tiempo.

  1. La forma más fácil y sencilla de conservar el jengibre en el frigorífico es envolverlo en una toalla o servilleta de papel sin pelarlo.
  2. El papel ayuda a retener la humedad y a evitar que crezca moho en la raíz. Una vez envuelta en el papel, métela en una bolsa de plástico y guárdala en el cajón de las verduras del frigorífico.
  3. También puede optar por guardar el jengibre fresco rallado en una bolsa de plástico bien cerrada en el frigorífico. Sin embargo, la vida útil se reduce a una semana aproximadamente.

Cómo conservar el jengibre en el congelador

El jengibre también se puede congelar, lo que facilita mucho la vida a quienes necesitan tener este alimento siempre a mano.

  1. Congelar el jengibre es muy sencillo, lo primero que hay que hacer es envolverlo en film transparente y después meter la raíz en una bolsa de plástico. Sólo hay que acordarse de eliminar todo el aire posible del envase.
  2. Luego sólo tienes que meter el jengibre en el congelador e ir cortando la raíz poco a poco.
  3. Otra forma de congelar el jengibre es trocear o rallar la raíz. Primero pélala y trocéala o rállala al tamaño deseado.
  4. A continuación, haga pequeñas porciones sobre un papel de horno o sulfurizado, el equivalente a una cucharada sopera o la cantidad necesaria para sus preparaciones.
  5. Coloque el papel con las porciones en el congelador y espere a que se congelen. El siguiente paso es retirarlas del papel y colocarlas en un tarro con tapa apto para el congelador.
  6. Lo bueno de esta técnica es que las porciones se congelan individualmente y sólo se saca la cantidad que se necesita.
  7. Puedes hacer lo mismo con las rodajas de jengibre, sólo tienes que cortarlas del tamaño deseado, extenderlas sobre papel de horno y esperar a que se congelen. Después guárdalo todo en un tarro hermético.

Tutoriales para conservar el jengibre

Para complementar su lectura, hemos seleccionado algunos tutoriales en vídeo que explican diferentes formas de conservar el jengibre, en el frigorífico o en el congelador. Pulse el play y sígalo:

Aprende 3 formas de congelar el jengibre

Vea este vídeo en YouTube

Cómo conservar el jengibre en el frigorífico y el congelador

Vea este vídeo en YouTube

Ideas de recetas con jengibre

El jengibre es una especia de sabor ligeramente ácido y picante que puede añadirse a una gran variedad de platos. Con tantas ventajas que ya hemos mencionado, es natural que cada vez más gente incluya el jengibre en sus recetas.

A continuación se ofrecen algunas ideas de platos para preparar con jengibre en casa:

  • Arroz con zanahorias y jengibre
  • Galletas de jengibre
  • Pastel de harina de maíz con jengibre
  • Muslo de pollo con cilantro y jengibre
  • Crema de zanahoria con jengibre
  • Pollo al jengibre
  • Gelatina de naranja y jengibre
  • Sopa de calabaza con jengibre
  • Ensalada de acelgas con jengibre y ajo fritos

Ahora ya no tienes excusas para dejar de incluir jengibre en tus recetas, ¿verdad?

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