El enmasillado de paredes es un paso muy importante a la hora de renovar o pintar la casa. Debe hacerse incluso antes de aplicar la pintura, para tapar agujeros y arreglar imperfecciones. Al fin y al cabo, una pared lisa da un toque muy especial al ambiente.
La aplicación de masilla, cuando se hace una construcción desde cero, se hace justo después del enlucido, con la idea de dejar todo liso y listo para recibir una pintura o acabado.
A primera vista puede parecer un poco difícil, sobre todo para quienes nunca han intentado hacerlo por sí mismos. Pero la buena noticia es que no siempre es necesario contratar a un profesional. Basta con seguir algunos consejos y enmasillar la pared uno mismo.
¿Por qué empapelar?
Algunas personas piensan que no es necesario enmasillar las paredes, sobre todo cuando se está renovando y el objetivo es sólo cambiar el color de una habitación concreta.
Lo ideal es aplicar la masilla. En primer lugar por la relación coste-beneficio, ya que la masilla protege la pared de las infiltraciones y aumenta su durabilidad.
En segundo lugar está la facilidad de mano de obra, hay varios profesionales que se dedican a este servicio y además, puedes hacerlo tú mismo. Como se ha dicho anteriormente, el enmasillado de paredes sólo parece difícil. Entre otras razones para apostar por la masilla de pared están la protección extra, la facilidad de limpieza y el acabado liso y uniforme (sin agujeros ni imperfecciones).
Otro motivo importante que ha llevado a muchas personas a apostar por la pasta a la hora de renovar una estancia de su hogar es la comodidad. El ambiente se vuelve más agradable y acogedor, como si fuera nuevo.
Tipos
Hay tres tipos de masilla que pueden aplicarse a las paredes y su elección depende del lugar. Las paredes exteriores necesitan un material más resistente, por ejemplo.
Puede utilizar las siguientes masillas para el enlucido de paredes:
1. masilla acrílica
La masilla acrílica es la más adecuada para paredes exteriores o ambientes más húmedos, como lavanderías y cuartos de baño. Es más resistente al agua y, por tanto, tiene mayor durabilidad.
En el caso de baños y lavaderos, es una gran elección para reformas, ya que se puede aplicar encima de los azulejos. Es decir, si el objetivo es cambiar la decoración es apostar por la pintura en lugar de los azulejos, no es necesario arrancar los antiguos, basta con pasar la masa acrílica por encima.
2. Masilla PVA
La masilla de PVA, más conocida como masilla, es la más adecuada y se utiliza en interiores. Es importante que la pared sobre la que se va a aplicar esté impermeabilizada y no haya contacto con el agua y la humedad.
Además de en las paredes, puede utilizarse en el techo y el cielo raso de las habitaciones, siempre que sean de hormigón y no de madera.
3. yeso
El yeso también es adecuado para el interior de la casa y necesita un lugar que haya sido previamente impermeabilizado. Este material no resiste la humedad. Ideal para aquellos que buscan algo que se seque más rápido y que no buscan un liso tan perfecto.
Materiales necesarios para el enlucido de paredes
Para enlucir una pared necesitarás
- Masilla (corriente, yeso o acrílica);
- Rollo de lana;
- Cinta de crepé;
- Cap;
- Guantes;
- Ropa cerrada;
- Gafas;
- Sellador;
- Papel de lija de pared;
- Espátula;
- Cepillo;
- Yeseros (PVC y acero);
- Escobilla de goma;
- Esquinas de aluminio;
- Masajista;
- Máscara protectora
Cómo enlucir una pared paso a paso
Para enlucir una pared puedes seguir el paso a paso utilizando una espátula o rodillo. También te dejamos consejos sobre cómo aplicar el enlucido. Primero mira los consejos generales y luego los específicos para el tipo de aplicación:
1. retirar los muebles del espacio
Si vas a enmasillar una pared de una habitación interior, retira todos los muebles antes de empezar. Si no puedes retirar ningún mueble, cúbrelo con un plástico y mantenlo alejado de las paredes.
2. proteger el suelo
Para facilitar la limpieza y evitar rayar el suelo, fórrelo con periódicos o cartones. Lo ideal es no dejar ningún espacio sin proteger. Evite utilizar bolsas de plástico, ya que se pegan a los zapatos y se despegan mientras aplica la masilla en las paredes.
En el caso de los periódicos, si lo consideras necesario, puedes pegar las hojas con cinta crepé para evitar que se muevan al desplazarte por la habitación.
3. utilizar cinta adhesiva para proteger algunas zonas
No querrás poner masilla en el rodapié, así que tendrás que protegerlo. Utiliza cinta adhesiva para ello, ya que no podrás poner papel de periódico o cartón en los rodapiés. Este consejo sólo es válido en los casos en los que no vayas a sustituir el rodapié.
4. lijar la pared
Utiliza la lija para eliminar cualquier resto de suciedad, moho o imperfecciones. Si se ha desprendido parte de la pintura antigua, utiliza la espátula para ayudar a eliminarla por completo. Utiliza gafas protectoras, ya que es natural que se levante polvo en este momento. Deja también las ventanas y puertas abiertas para ventilar la habitación.
Si es alérgico al polvo, puede utilizar una mascarilla antipolvo durante este paso.
5. aplicar el sellador
El sellador está indicado para garantizar una mayor fijación y durabilidad de la masilla de pared. Aplíquelo por todo el lugar que pretende masillar. Puede utilizar el rodillo o una brocha. Siga las instrucciones del fabricante y espere el tiempo de secado antes de aplicar la masilla.
Si desea enlucir la pared, no tiene que preocuparse por el sellador, simplemente aplíquelo.
6. espátula y llana
Una vez seco el sellador, coge la espátula y saca un poco de producto del bote. Llévalo a la pared y aplícalo. A continuación, utiliza la llana para extender y nivelar la pasta.
Para evitar desniveles, el consejo es ir poco a poco, cubriendo zonas de 2 x 2 metros y pasando después la llana. La aplicación debe hacerse siempre de abajo hacia arriba o desde las esquinas.
En algunos casos puede ser necesario aplicar una segunda capa de masilla. Espere a que se seque la primera capa (este tiempo varía, consulte las instrucciones de uso) y repita el proceso. Incluso en el caso de reformas, se recomienda aplicar dos capas de masilla, ya que esto garantiza que obtendrá una pared lisa.
7. rodillo
El rodillo puede ser muy práctico a la hora de extender la masilla en la pared, pero tendrá que seguir un paso a paso diferente al que se sigue cuando el proceso se realiza con espátula y llana.
Primero se pone la masilla en un recipiente similar al que se utiliza para la pintura de paredes y se mezcla un poco de agua. La masilla se volverá más cremosa y se podrá aplicar con el rodillo, como si fuera una pintura.
Pase el rodillo por la pasta diluida, retire el exceso y aplíquela sobre la pared. Se recomienda empezar de abajo hacia arriba y luego, al humedecer de nuevo el rodillo, repetir el proceso de arriba hacia abajo. Los movimientos son los mismos que haría al pintar la pared.
A continuación, mientras la masilla está todavía húmeda, coge la rasqueta y pásala por la parte que has masillado. Debes pasarla suavemente, para eliminar el exceso y dejar la pared lisa, sin necesidad de lijar o utilizar la llana después. Limpia la rasqueta y repite el proceso cada vez que apliques la masilla con el rodillo.
Espere a que se seque la masilla y aplique la segunda capa, si es necesario. Repita el mismo proceso. Lo importante es dejar secar bien la primera capa, para evitar relieves e imperfecciones en la pared.
8. yeso
El yeso no necesita sellador, así que si lo ha elegido, puede saltarse este paso. Primero hay que preparar el yeso, que viene en polvo. Vierta el envase en la batidora y añada la cantidad de agua indicada. Por término medio, es 1 litro para 1 kg. A continuación, déjelo reposar hasta 10 minutos, para que el yeso se disuelva.
Mezcle un poco de pasta y déjela reposar de nuevo otros 5 minutos. Cuando la pasta tenga la consistencia adecuada (compruebe lo que dice el fabricante) puede aplicarse a la pared.
La aplicación se realiza siempre de arriba hacia abajo y se utilizará la llana de PVC para aplicar a la pared y la llana de acero para dejar el yeso liso. En las esquinas y rincones apostados en la esquina, para facilitar el servicio.
Antes de aplicar el yeso, humedezca las paredes. Si está aplicando yeso en el techo, los movimientos son de vaivén y debe utilizar la llana de PVC. Si necesita una segunda capa, no tiene que esperar mucho. En cuanto haya terminado la primera aplicación de yeso, puede empezar la segunda.
Utilice la rasqueta para eliminar el exceso, igual que haría al aplicar masilla con un rodillo. A continuación, utilice la llana de acero para nivelar y eliminar cualquier imperfección, dejando la pared lisa.
Una de las grandes ventajas del yeso es su menor precio y la practicidad de su aplicación, más fácil si se compara con la masilla (corriente o acrílica).
Como ves, empapelar es fácil y sólo necesitas decidir qué material es el más interesante para tu casa. No olvides comprar todo lo necesario y proteger muebles y suelo. ¡Seguro que esta pared ganará un toque diferente y nuevo!