Las azaleas son plantas originarias de Japón que florecen una vez al año, en los meses de invierno justo cuando muchas otras flores se duermen, por lo que acaban siendo una buena alternativa vegetal para tener en el jardín u otras zonas exteriores. En este artículo, conocerás cómo cuidar la azalea :
Cultivar azaleas junto con otras especies le proporcionará un jardín siempre florido, ya que éstas brotan en los meses más fríos, mientras que otras flores prefieren los meses más cálidos del año.
En Japón, azalea significa rosal y está presente en todos los jardines orientales. Aquí en Brasil se ha aclimatado muy bien y se puede encontrar en aceras públicas, carreteras y diversos jardines.
Son plantas resistentes que pueden alcanzar hasta 2 metros de altura, pero suelen encontrarse en variedades de tamaño mediano y miniatura, ideales para macetas pequeñas y alféizares de interior.
Cómo cuidar y plantar azaleas
A las azaleas les gusta la luz solar directa durante al menos 4 horas al día, pero necesitan estar resguardadas del viento y la lluvia o pueden morir fácilmente.
El suelo ideal para plantar esta especie es uno que tenga un PH más ácido, con tierra preparada y una parte de arena. La maceta debe tener buenas condiciones de drenaje para no ahogar la planta con el riego y una buena idea es utilizar corteza de pino o arcilla expandida sobre el suelo.
Para obtener nuevas plántulas, basta con elegir ramas fuertes que tengan ramas y hojas laterales y midan entre 7 y 10 cm. Retire las hojas de la base, dejando sólo 4 ó 5 hojas en la parte superior de la rama, e introduzca las ramas en tierra mezclada con arena y sin abono previo.
Las ramas tardan una media de 60 días en enraizar y, tras este periodo, pueden transportarse a la maceta o arriate definitivo. Hay que tener mucho cuidado de no empapar la tierra durante este periodo y matar la planta.
Cómo cuidar las azaleas en interiores
Una de las principales características de esta planta es que es muy resistente y se adapta fácilmente a ambientes interiores y exteriores. Es importante que el suelo sea ácido y esté bien drenado, y la planta debe estar en un lugar bien iluminado, con una temperatura suave y un ambiente húmedo.
Puedes ayudar a mantener la planta húmeda colocando un pequeño plato con piedras mojadas en el fondo de la maceta. Una vez que haya florecido, es mejor trasladar la maceta a la parte más fresca de la casa para que se adapte de forma natural y florezca en los meses de primavera.
La tierra debe estar húmeda pero nunca empapada, así que coloca tus plantones en macetas que tengan agujeros y piedras en el fondo para facilitar el drenaje.
Lo ideal es regar las plantas por la mañana para que tengan todo el día para absorber el agua y, al mismo tiempo, secar sus hojas. Absorben el agua a través de las hojas, por lo que es importante mojarlas durante el riego, pero evita hacerlo por la noche, ya que existe el riesgo de que se desarrollen hongos.
Es una planta que no necesita riego constante, basta con regarlas en los periodos más secos para que la tierra esté siempre húmeda. Observa si las hojas están más marchitas y caídas, si esto ocurre es el momento de regar.
Prefiera utilizar agua destilada o de lluvia para regar las plantas, las azaleas no se llevan bien con el agua del grifo, que contiene cloro y puede ser mala para ellas.
Una vez que las flores se han marchitado, hay que abonar la planta y darle un aporte extra de nutrientes para mantenerla fuerte y bonita para la siguiente floración. No es bueno abonar antes de la floración, ya que los nutrientes estimularán el crecimiento de las hojas y no de las flores.
A las plantas cultivadas en interior les cuesta florecer, ya que necesitan unos meses de frío para generar nuevos brotes, así que en los meses de otoño o invierno, coloca la maceta en un lugar más fresco. Y para conseguir más flores en tu planta es bueno hacer una poda anual.
La poda puede realizarse poco después de la floración y es bueno utilizar tijeras de podar para evitar desgarrar las ramas.
Si vives en una región muy fría y con una alta incidencia de heladas, lo mejor es mantener las azaleas en macetas y en el interior, ya que así podrán sobrevivir incluso en épocas de frío intenso y proporcionarán flores durante mucho tiempo.
Cómo cuidar las azaleas en el exterior
Las azaleas son plantas fáciles de cultivar y el mejor lugar para tenerlas es al aire libre. Como son plantas bastante resistentes, no necesitan estar protegidas del sol, pero es bueno darles un poco de media sombra para que la tierra se mantenga algo húmeda.
Las plántulas jóvenes deben regarse cada dos días hasta que estén completamente desarrolladas. Una vez que la planta haya crecido, el riego puede ser menos frecuente.
Las plantas que viven en el exterior también deben tener las hojas húmedas durante el riego para facilitar la absorción de agua. Evite regar la planta por la noche para que no aparezcan hongos en las hojas. Esté atento a los periodos de sequía para mantener la planta hidratada.
La poda ayuda a la planta a fortalecerse y a dar más flores en la siguiente floración, así que recorta las ramas excesivas al tamaño y la forma que desees y elimina también las ramas secas y muertas.
Cómo cuidar un bonsái de azalea
También puede encontrar azaleas en versión mini, o bonsáis, esos árboles diminutos que se cultivan con técnicas de plantación japonesas y que se mantienen muy pequeños cuando se conservan en macetas.
Un bonsái de azalea necesita unos cuidados muy similares a los de las plantas de interior: la tierra debe ser ácida, necesita un lugar con mucha iluminación, pero sin luz solar directa sobre la planta.
Esta especie es una hermosa planta para tener en casa, ya que produce muchas flores por mata con colores variados y vibrantes que van del blanco, al rosa suave, pasando por tonos intensos e incluso salmón. Incluso puede florecer durante todo el año si se cuida bien y garantizará un jardín hermoso y acogedor.